El ABC de la movilidad

Imagina un lugar típico de la CDMX, por ejemplo, el cruce entre Reforma e Insurgentes. ¿Qué te imaginas? Un par de avenidas muy amplias, unos rascacielos imponentes y tal vez, coches. Muchos coches. Tal vez hasta el ruido puedes imaginar. Cientos de autos pasando, mucho smog, conductores molestos con la congestión pitando su claxon. La CDMX hoy es casi un enorme estacionamiento durante las horas pico. Con tantos coches, tal vez te sorprenda que en la CDMX solo 21% de los viajes que se realizan en una semana son en coche. Afortunadamente, la mayor parte de la movilidad de la ciudad no es en coche, sino una combinación entre Transporte Público (incluyendo buses, el Metro, el Metrobús, el Suburbano y otros) y movilidad Activa (caminando, en bicicleta, patines). 

Calcular qué modo de transporte usan las personas en una ciudad no es una tarea fácil. Por lo general requiere realizar una Encuesta Origen Destino, como la que se hizo en 2017 en la Zona Metropolitana del Valle de México. Ese tipo de encuestas son muy costosas pues requieren entrevistar a miles de personas (casi 70,000 en la encuesta del Valle de México), así que en muchas ciudades esa información no existe. El cuestionario que se aplica ayuda a estimar cuántos viajes se realizan en la ciudad, el origen y destino de los trayectos y los medios de transporte que se utilizan.

Nos propusimos recopilar todas las encuestas disponibles en el mundo. En total encontramos casi mil encuestas origen destino de casi 800 ciudades (pues en algunas ciudades encontramos más de una encuesta correspondiente a distintos años). Los viajes totales de cada ciudad los clasificamos en tres: A – movilidad Activa (que incluye viajes caminando, en bicicleta, patines, patinetas y cualquier otra manera de viajar que requiera actividad física); B – movilidad en “Bus” o Transporte Público (que incluye Metro, Metrobús, autobuses y otros modos de movilidad masiva), y C – movilidad en Coche (que incluye viajes en taxi, Uber, motocicletas). Es decir, clasificamos la movilidad de cada ciudad en tres componentes, A, B y C

El ABC de la movilidad de una ciudad consiste en agrupar distintos modos en tres grupos. A es la movilidad Activa e incluye caminar, andar en bicicleta, patines y patinetas. B es el Transporte Público, como Buses, Metro, Metrobús y camiones. C son los coches y motos y sus variantes, como tomar un taxi. Para cada ciudad, calculamos el modo de transporte de manera que A+B+C = 100%. En el triángulo, cada ciudad se representa con un punto. Del lado derecho se observa A, del lado izquierdo es B y abajo es C. Las esquinas del triángulo son los escenarios en los que todos caminan o andan en bici (arriba), todos usan Transporte Público (izquierda) o todos usan un coche (derecha).

La movilidad en la Zona Metropolitana del Valle de México es 34% en A, 45% en B y solo 21% en C. De esta manera podemos imaginar la movilidad de una ciudad e incluso comparar entre distintas regiones del mundo. Por ejemplo, encontramos que casi 92% de los viajes dentro de una ciudad en Estados Unidos son del tipo C. Incluso en zonas metropolitanas con un enorme sistema de transporte público, como Nueva York, 68% de sus viajes son en coche.

ABC de 800 ciudades del mundo. El color corresponde con la región de la ciudad y el tamaño con su población. Los datos de cada encuesta que nos permiten mostrar así la movilidad de las ciudades están aquí.

Hay una enorme variedad en la manera en la que nos movemos en ciudades. En Utrecht (en Países Bajos) 75% de sus viajes son del tipo A, y solo 19% son del tipo C (es decir, la mayoría de sus viajes son en bicicleta y caminando). Pero a solo 50km de distancia, en Rotterdam (también en Países Bajos) 44% de sus viajes son del tipo A y 46% del tipo C, es decir, en Rotterdam es más frecuente que una persona utilice un coche a que use una bicicleta o que camine a su destino. 

Modo de transporte más frecuente en cada ciudad. El color indica si en la ciudad, las personas utilizan más A (verde), B (en amarillo) o C (en naranja). El tamaño indica la población de cada ciudad. En Europa y Estados Unidos, las encuestas Origen Destino son más frecuentes y cubren un mayor número de ciudades que en otras partes del mundo. Por ello el mapa está casi vacío en América Latina, África y Asia.

En muchas ciudades de Europa la gente se mueve principalmente en coche. En Manchester (en Reino Unido), por ejemplo, casi dos de cada tres de sus viajes son del tipo C, al igual que en Roma (en Italia), Toulouse (en Francia) o Sevilla (en España). Sin embargo, en Europa hay ciudades grandes como Barcelona (en España) o París (en Francia) en las que los viajes del tipo C son poco frecuentes. Además, tanto en Barcelona como en París hay iniciativas para que los viajes en coche sean más incómodos, largos y costosos (como reducir lugares de estacionamiento), así que hay cada año, menos viajes del tipo C. Incluso en París, para hacer frente a las olas de calor y a una potencial crisis por la falta de agua o por tormentas, la ciudad reducirá a la mitad la superficie que hoy está cubierta en pavimento y la cambiarán por áreas verdes y permeables.

La movilidad en una ciudad está correlacionada con su tamaño. Por lo general, en ciudades pequeñas, la distancia que tiene que recorrer una persona entre su casa y su trabajo es corta, así que los viajes del tipo A (caminando o en bici) son relativamente frecuentes. Sin embargo, en ciudades pequeñas es muy difícil que, quizás debido a sus costos de implementación para poca demanda, exista un buen Transporte Público, así que los viajes del tipo B son muy escasos. Por ello, y a falta de opciones, en ciudades pequeñas, los viajes del tipo C (en coche) suelen ser muy frecuentes. Pero lo opuesto sucede en ciudades grandes. En zonas metropolitanas con millones de habitantes la distancia de un viaje puede ser de varios kilómetros. Por ello, es relativamente difícil caminar o andar en bicicleta, así que los viajes del tipo A son menos frecuentes. Sin embargo, en ciudades grandes, el Transporte Público suele ser una mejor opción para esos viajes largos. Lo que encontramos (afuera de Estados Unidos) es que en ciudades más pobladas, los viajes del tipo A y los viajes del tipo C son menos frecuentes, y es el Transporte Público la mejor opción para moverse.

La manera en la que las personas se mueven en una ciudad (eje vertical) está correlacionada con su tamaño (eje horizontal, en escala logarítmica). En ciudades pequeñas (en la parte izquierda) el Transporte Público (B) prácticamente no existe, así que la movilidad es frecuentemente en coche (C). Sin embargo, en ciudades muy grandes (en la parte derecha) más de la mitad de los viajes son en Transporte Público, con niveles significativamente menores en la proporción de viajes en coche, caminando o en bicicleta.

La movilidad de una ciudad también está correlacionada con su ingreso. Moverse en coche cuesta mucho dinero y no solo por la gasolina que consume, sino también por todos los costos adicionales, como reparaciones, autopartes, seguros e impuestos. Por ello, en países de menor ingreso, como India o Bangladesh, la movilidad en coche no es muy frecuente. En países de mayor ingreso, como Noruega, Suecia o Finlandia, una gran parte de su movilidad es en coche. Además, esos factores pueden cambiar cuando el ingreso de los hogares aumente. Por ejemplo, en la CDMX muchas personas utilizan transporte público, pero piensan comprar un coche tan pronto tengan el presupuesto para hacerlo. Y, de cierta manera, eso ha pasado en la ciudad. Entre 2010 y 2020, el número de viviendas en la Zona Metropolitana del Valle de México que cuenta con un auto o camioneta creció 19% pero la población solo aumentó 5%

Movernos en coche contribuye mucho a la contaminación que la humanidad genera. Pero no es solo porque un coche consume gasolina (o electricidad), sino también por todo lo que necesita para circular en una ciudad. Esto incluye el pavimento de nuestras avenidas, las casi tres mil millones de llantas que se producen cada año en el mundo o la manufactura misma de los coches. Moverse en coche no es sustentable. Y aunque los autos eléctricos tienen mucha mercadotecnia para promocionarse como sustentables, la mayor parte de su impacto ecológico es similar a la de los autos de combustión, pues también requieren una manufactura sumamente contaminante, llantas, pavimento y mucho espacio para circular o estar estacionados. Lograr que nuestra movilidad sea cada vez más sustentable debería de ser una prioridad en cualquier ciudad. Por ello, es importante planear la manera más sustentable para movernos: Movilidad Activa para distancias cortas y Transporte Público para trayectos largos. 

Los datos están disponibles en CitiesMoving.com, una nueva plataforma que permite visualizar los datos de movilidad, descargarlos y agregar nuevas observaciones (en caso de que se nos hayan escapado encuestas, o si se realizan nuevas).

Category: CDMXMedio ambienteTráfico

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