En México murieron 1,062,340 personas durante el año 2020 a pesar de que el promedio de defunciones en los cinco años anteriores fue de 710,256. El gobierno estima que en ausencia de crisis sanitaria habrían muerto aproximadamente 748,897 personas; es decir, existe un exceso de mortalidad de 313,443 al cierre del 2020. Al corte más reciente del 6 de marzo del 2021, este número ya suma 444,722 defunciones en exceso 1, una cifra ligeramente superior a la población total de las alcaldías de Benito Juárez o Xochimilco en la Ciudad de México. Si ajustamos esta cifra por población, nos damos cuenta de que México es el segundo país, después de Perú, con mayor número de muertes en exceso en relación con el tamaño de su población 2 ya que, al corte del 6 de marzo, México sumó 3,818 defunciones en exceso por cada millón de habitantes 3. Esta cifra es casi el triple del promedio de 85 países para los que se cuenta con datos.
Las autoridades sanitarias del Gobierno atribuyen este resultado a las condiciones de salud y económicas del país. ¿Qué explica que los resultados en México sean tan distintos a los de otros países? ¿qué proporción de la diferencia de muertes en exceso es atribuible a decisiones de política pública y qué proporción a las condiciones de salud, sociales, demográficas y económicas?
En este artículo se muestra que los datos no respaldan la afirmación de que las condiciones previas del país justifican los malos resultados en términos de exceso de mortalidad, y posteriormente se compara la cantidad de recursos que los distintos países destinaron a combatir la crisis.
Países con peores condiciones económicas y de salud han tenido menos muertes en exceso por habitante que México.
Las autoridades sanitarias de México, ante diversos cuestionamientos, han insistido en que las condiciones de salud de la población en el país (con particular énfasis en obesidad, hipertensión y diabetes) explican que los resultados en términos de mortalidad sean mucho peores que en otros países. Está demostrado que las comorbilidades incrementan la probabilidad de desarrollar una enfermedad severa al ser contagiado, sin embargo, las diferencias en condiciones previas económicas y de salud no explican en su totalidad las variaciones de mortalidad entre países.
Como se puede apreciar en la Figura 1, todos los países del lado derecho de México tienen un mayor porcentaje de población de 65 años o más. Por ejemplo, el porcentaje de personas mayores de 65 años en España es de 19.4% mientras que en México es de 6.9%, sin embargo, el exceso de mortalidad por habitante es 88% más alto en México que en España.
¿Qué hay del sobrepeso? Todos los países que están a la derecha de México en la siguiente gráfica (entre ellos España, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos) tienen mayor prevalencia de sobrepeso, pero ninguno tuvo mayor mortalidad en exceso por habitante.
El porcentaje de personas que viven con obesidad en México es similar al de Sudáfrica y más bajo que el de Egipto y Estados Unidos. Sin embargo, las muertes en exceso por habitante en México fueron 60% más altas que en Sudáfrica.
¿La diabetes explica el alto número de muertes? México es uno de los países del mundo con mayor prevalencia de diabetes, pero la diferencia no es suficiente para explicar la variabilidad de muertes en exceso entre países. Las muertes en exceso por habitante en México son más del doble que en Brasil (108% más altas) a pesar de que la prevalencia de diabetes en Brasil es del 8.11%, mientras que en México es de 13.06%.
La tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en México es similar a la de la mayoría de los países. Pero México, junto con Perú, se separan del resto al haber tenido casi el triple del promedio de muertes en exceso por habitante.
Los datos no respaldan la afirmación de que la gran diferencia en el número de muertes en exceso por habitante se explica por las condiciones previas de salud y comorbilidades. Pero ¿cómo comparamos los aspectos económicos? el PIB per cápita y el Índice de Desarrollo Humano nos permiten tomar en cuenta esos factores. En la Figura 6 se puede observar que la mortalidad en exceso por habitante en México es superior que en Colombia, Brasil o Ecuador a pesar de que estos tienen un menor PIB per cápita y un menor IDH.
De los 85 países para los que se cuenta con datos, 31 tienen un PIB per cápita inferior al de México, sin embargo, únicamente Perú tuvo un peor desempeño en términos de mortalidad en exceso por habitante. Entonces, los datos tampoco respaldan la afirmación de que hay una relación directa entre factores económicos y muertes en exceso por habitante.
La falta de respuesta económica del gobierno.
Tras haber tomado en cuenta diferentes condiciones de salud y económicas, conviene cuantificar las diferencias entre las acciones de política pública en reacción a la pandemia de los distintos países del mundo. Ante la crisis de salud, los gobiernos se vieron forzados a modificar las prioridades del gasto público y esto puede observarse en el incremento en gasto social para apoyar a personas y empresas y el gasto adicional en el sector salud.
De la lista de 190 países para los que se cuenta con datos, México fue el séptimo país que destinó menos recursos adicionales en proporción al tamaño de su economía para combatir la crisis, únicamente superado por Turkmenistán, Guinea Ecuatorial, Papúa Nueva Guinea, Bielorrusia, Bangladesh y Egipto. México destinó solamente el 0.21% de su PIB a apoyos económicos para personas y empresas, el 0.45% de presupuesto adicional al sector salud y el 1.19% a préstamos y créditos.
Los apoyos económicos directos alrededor del mundo fueron importantes, por un lado, porque evitaron que las personas fueran expuestas al contagio al tener que salir de su casa a trabajar y, por otro lado, porque evitaron la desaparición permanente de empresas y empleos como consecuencia de las medidas de confinamiento. Por ejemplo, Chile anunció un paquete de medidas por 11,750 millones de dólares que permitía que los trabajadores en lugar de ser despedidos, mantuvieran el vínculo laboral con las empresas afectadas por el confinamiento y pudieran cobrar un seguro de desempleo financiado por el gobierno. Si sumamos el total de medidas de apoyo directo y financiamiento como porcentaje del PIB Perú, Brasil, Chile, Colombia, Argentina destinaron el 18.7%, 14.9%, 9.98%, 9.81%y el 5.88% respectivamente, mientras que México el 1.84%.
De lo anterior es natural preguntarse si los pocos recursos destinados a combatir la crisis en México se deben a restricciones fiscales. ¿Estaba México muy endeudado antes de la pandemia? la gráfica 8 es útil para ilustrar el punto.
México terminó 2019 con superávit primario, es decir, gastó menos de lo que recaudó en impuestos y su deuda como porcentaje del PIB al cierre del año fue inferior al 60%. Sin embargo, después de Bielorrusia, México fue el país de ingreso medio que menos recursos destinó a combatir la crisis económica y de salud. Países en peores condiciones fiscales destinaron más recursos a combatir la crisis económica y de salud que México. Además, incrementar el gasto para atender la crisis no necesariamente implicaba aumentar la deuda, sino reorientar las prioridades del gasto existente.
Las autoridades sanitarias del país también han insistido en la supuesta disyuntiva entre evitar el impacto económico y proteger la vida de la gente. Como se puede apreciar en la Figura 9, decidir entre economía y salud es una falsa dicotomía.
México se encuentra en el grupo de países con mayor cantidad de muertes en exceso por habitante y mayor impacto económico. El promedio de mortalidad en exceso de los países para los que se cuenta con datos es de 1,347 defunciones por millón de habitantes, mientras que en México es de 3,818. El promedio del monto gastado para combatir la crisis como porcentaje del PIB es del 10.70%, mientras que México destinó el 1.85%. Es decir, la mortalidad en exceso por habitante en México es casi el triple del promedio y el monto destinado a combatir la crisis ha sido casi 6 veces menor.
El alcance de este análisis es limitado porque para poder determinar con precisión cuáles son las causas de que México sea el segundo país del mundo con mayor exceso de mortalidad por cada millón de habitantes sería necesario utilizar algún método multivariado y tener una mejor calidad de los datos en todo el mundo. Lo que es un hecho es que la cantidad de muertes en exceso en México lo separan del resto de los países y que, a pesar de tener recursos disponibles, no se destinó presupuesto adicional para intentar contener la crisis de salud ni la económica.
Es importante aclarar que de ninguna manera se desestima la influencia que tienen las comorbilidades en el riesgo de padecer COVID severo. Sin embargo, en esta entrada se demostró que, a pesar de que las comorbilidades son importantes, éstas no explican la excesiva diferencia de la mortalidad de México con la de otros países. Los problemas económicos y de salud no son exclusivos de México, pero la falta de acción por parte del Gobierno y los catastróficos resultados sí.
Los datos de muertes se obtuvieron de la base de datos World Mortality Dataset recopilada por Ariel Karlinsky de fuentes oficiales de 89 países. Los datos de población, PIB per cápita, tasa de muertes por enfermedades cardiovasculares y edad se obtuvieron de Our World in Data, al igual que los datos de sobrepeso y obesidad. Los datos de política fiscal son del Monitor Fiscal del FMI de abril del 2021.
- El exceso de mortalidad es un término utilizado en salud pública para referirse al número de muertes por todas las causas durante una crisis que excede al número de muertes esperado en condiciones normales. ↩
- De los 89 países para los que se cuenta con datos de mortalidad actualizados recopilados en el World Mortality Dataset. ↩
- Las muertes en exceso se calcularon como el diferencial entre muertes esperadas y muertes observadas. Para este análisis a fin de facilitar la comparación internacional, las muertes esperadas se calcularon como el promedio de defunciones de los años 2015 a 2019. ↩