¿Qué te motiva a migrar? ¿Y qué te detiene?

Para entender la migración, hay que entender el efecto de sus dos principales factores: distancia y dinero.

La migración es una cuestión de distancias

Desde hace ya más de cien años, se detectó, mediante estudios cuantitativos de migración, que la mayor parte de los migrantes se mueve una distancia muy corta. Y por muy corta, se refiere a tal vez unos cuantos kilómetros. Las razones para movernos distancias cortas son muchas. Desde el costo emocional de estar lejos de nuestros seres queridos, la sensación de estar desconectados, desconocimiento, preocupación y miedo de lugares ajenos. También, de los lugares más distantes, tenemos menos información (por ejemplo, ¿Kigali es la capital de qué país?). Además, migrar una gran distancia es más costoso.

En México, por ejemplo, 3 de cada 4 migrantes que han llegado a nuestro país son de nuestro vecino Estados Unidos (y la mayor parte vive en los estados fronterizos) y, de las personas que salen de México, 98% se van a Estados Unidos. De manera similar, 60% de los migrantes de Costa de Marfil son del vecino Burkina Faso y 76% de los migrantes de Burkina Faso son de Costa de Marfil. En el conflicto de Siria, se estima que han salido de ese país entre 5.6 y 6.3 millones de personas, de las cuales 95% se encuentran en Turquía, Líbano, Jordania e Irak, es decir, 95% de los refugiados de Siria únicamente cruzaron una frontera y se encuentran aún muy cerca de su país de origen.

Sobre la distancia y su impacto en la migración, un caso muy interesante es el de Colombia y Venezuela. En los 90s, la crisis por la inseguridad, la guerrilla, las FARC y los cárteles en Colombia lo hizo el país más violento del mundo en esa década. Millones de personas fueron desplazadas por la violencia, la mayor parte dentro de Colombia, pero casi dos millones de colombianos salieron de su país, la mayoría a Venezuela, que en aquél entonces, era uno de los países más ricos de Latinoamérica. Sin embargo, la crisis financiera y política de Venezuela y una mejoría en las condiciones de seguridad en Colombia han revertido esa tendencia. Hoy, más de un millón de venezolanos se han movido a Colombia y en general, son recibidos con los brazos abiertos. ¡Claro! Los colombianos sí saben lo que es huir de su país y lo valioso que es un vecino que te reciba.

Casi toda la migración internacional es entre países vecinos. Los migrantes, por lo general, recorren distancias muy cortas.

Y la migración también es cuestión de dinero

Migrar “con documentos” cuesta mucho dinero. Aplicar, por ejemplo, a una visa británica para trabajar allá cuesta más de mil dólares, y otras visas en el mundo tienen costos similares. Agregando los costos de traslado y de reubicación, moverse es muy costoso, lo que significa que una persona, para migrar con los documentos necesarios, por lo general cuenta con recursos para hacerlo. Las personas con más educación y con más dinero, suelen ser más migrantes. De hecho y pese a la imagen que frecuentemente tenemos de la migración, la mayor parte de los migrantes internacionales no son personas que se mueven de países pobres a países ricos, además de que los países pobres suelen tener menos salida de migrantes que los países ricos.

Pero migrar “sin documentos” puede ser igual o incluso más costoso. Se estima que una persona de Siria llegaba a pagar hasta U$1,500 dólares para llegar a Europa; durante la crisis de Afganistán, el costo para llegar a Grecia era de unos U$2,600 dólares y los costos son similares, por persona, para moverse de África a Europa. Un migrante centroamericano llega a pagar varios miles de dólares para atravesar México y llegar a Estados Unidos. Y esos costos son usualmente pagados a traficantes y “coyotes” que ofrecen llevar a personas a otros países. Son por lo general, las personas con recursos (o al menos cierto nivel de recursos) las que se mueven. Por ejemplo, la mayor parte de los refugiados de Siria solía comer tres veces al día antes de que el conflicto en su país estallara.

¿Pobres los que migran? No, pobres los que se quedan. Los que no se pueden mover. Los que, pese a que su país está en guerra, no tienen recursos suficientes para llegar a otro lado. Por cada refugiado que vemos de un país, hay posiblemente muchas personas que se quedaron en el origen, sin la capacidad de moverse y en una situación peor. En el caso de Siria, más de la mitad de las personas se quedó en su país y esas son las personas con menos recursos y que siguen sufriendo la violencia. Y lo mismo sucede con Venezuela, El Salvador o algunas regiones de México.

Y todas las otras razones para migrar

Las razones para salir de un lugar son muchas, como desempleo, miedo al crimen, falta de oportunidades para estudiar, falta de libertad religiosa, política o de preferencia sexual y muchas otras razones para estar poco satisfecho. Se estima, por ejemplo, que por cada año que la población se enfrenta a una situación de violencia, aumenta en 0.4% la salida de personas de ese lugar. El terrorismo suele empujar a ciertos sectores de la población, particularmente de las personas con mayor nivel de educación, a moverse fuera de su lugar de residencia. Por otro lado, la falta de comida incrementa en casi 2% la salida de personas del lugar.

Y así como la migración es una estrategia en contra de la violencia o el hambre, es también una estrategia en caso de desastres. Aunque los desastres no necesariamente generan migración, se estima, por ejemplo, que los sismos de 2017 llevaron a que casi 200,000 personas en México se movieran de su lugar de residencia.

¿Y cómo escogemos el destino para migrar?

De la enorme lista de lugares a los que una persona se puede mover, hay ciertas razones que lo pueden hacer más atractivo, por ejemplo, más empleo, más libertades, más seguridad y más estabilidad. Se ha detectado que un factor fundamental para escoger un destino para migrar sobre todos los demás, es tener algún vínculo con ese nuevo lugar (por lo general es algún conocido en el lugar que provea de información) y tener de ese nuevo lugar, experiencias y recomendaciones.

Para la comunidad LGBTI, por ejemplo, migrar ofrece la posibilidad de encontrar un lugar que sea más respetuoso sobre sus preferencias. Desafortunadamente hay aún países en los que ser homosexual o bisexual es un delito y en algunos casos, hay historias desgarradoras sobre las experiencias que viven día con día, sin embargo, hay países que han abierto sus puertas a migrantes como una estrategia para enfrentar la discriminación a nivel mundial.

Las razones para migrar y escoger un destino en México.

En México, datos de INEGI (contenidos en la ENADID) muestran que las principales razones para migrar y las razones para escoger nuestro nuevo hogar son: familiares, como reunirse con algún pariente o casarse (48% de las personas que migran); laborales, como buscar o cambiar de trabajo (30% de las personas que migran); para estudiar (7%); por miedo a la violencia (3%) y otras (12%).

Razones para migrar según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica ENADID.

Cómo decidimos si migrar o no, y cómo decidimos de entre las miles de opciones, la que será nuestro nuevo hogar, es un proceso complejo. Para cada persona que migra o que decide quedarse, hay un mundo atrás de decisiones y de deseos. Por lo general:

  • si mucha gente sale de un país o de una ciudad y no es compensado con la llegada de otras personas, es reflejo de serios problemas sociales o económicos.
  • si mucha gente llega a un país o una ciudad es reflejo de que es un lugar promisorio, en el que las personas de afuera perciben que pueden acceder a un mejor nivel de vida que en su país de origen.
  • la migración sigue siendo muy escasa. La mayor parte de los migrantes se mueve distancias sumamente cortas y son muy pocos los migrantes que cruzan una frontera, y
  • los migrantes, incluyendo a los que tienen y a los que no tienen documentos, tienen cierto nivel de ingresos. Por lo general las zonas más pobres del mundo o de un país, migran menos.

Desafortunadamente, nuestro entendimiento y conocimiento sobre la migración suele ser limitado. Intenta contestar este test sobre migración internacional y checa qué tanto tu percepción sobre la migración tiene que ver con la realidad. En unas semanas, el análisis de las respuestas que todos vertimos en el test nos mostrará cómo vemos en México a la migración internacional.

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Esta es la segunda entrega de una serie sobre la migración. El objetivo es formar un debate más informado, con más evidencias y con más ciencia sobre la migración. Los hipervínculos del texto te llevan, por lo general, a un artículo científico o a las bases de datos correspondientes. ¡Espera la siguiente entrega en una semana!

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