¿Quién cuida las vacunas? La cadena de red de frío

Los tiempos que estamos viviendo han sido de un cambio radical en nuestra forma de vivir, un virus amenazante y que, con el paso del tiempo, hemos conocido su dinámica de existir. Actualmente la medicina está siendo duramente evaluada, es decir, la esperanza recae en la creación de una vacuna con la cual buscamos poder regresar a la “normalidad” y con ello, superar esta pandemia.

Uno de los enormes retos que presentan las vacunas tiene que ver con su almacenamiento. La mayoría de las vacunas existentes se deben resguardar bajo condiciones de temperatura que por lo regular oscila entre los 2° y los 8°C, y el enorme riesgo es que un simple defecto o descuido puede provocar que la vacuna no sea óptima e incluso, que su aplicación sea contraproducente, por lo cual tenemos que generar grandes esfuerzos y uno de ellos es la conservación adecuada y óptima de la vacuna.

La vacuna contiene adyuvantes y conservadores que, en complemento de la forma que fue creada (recombinante, virus inactivados, etc), hacen que la conservación se lleve a cabo por refrigeración o ultracongelación. Esta serie de procesos se llama “La Cadena de Red de Frío”, que es un conjunto de normas y procedimientos que aseguran el correcto almacenamiento y distribución de vacunas a los servicios de salud desde el nivel nacional hasta el nivel local. La cadena de frío está interconectada con equipos de refrigeración que permiten conservar las vacunas a las temperaturas recomendadas para mantener su potencia, como lo indica la Organización Panamericana de la Salud. Los niveles de la cadena de red de frío están relacionados entre sí y tienen como función: almacenar, conservar y transportar las vacunas a su destino final.

El número de niveles depende de las condiciones geográficas, el tipo de organización de la institución y el volumen de vacunas que se requiera almacenar. En nuestro país existen 4 niveles, en los cuales debe respetarse un tiempo de almacenamiento:

·         Nivel nacional: 24 meses

·         Nivel estatal: 6 meses

·         Nivel jurisdiccional: 4 meses

·         Nivel local o zonal: 3 meses

El tiempo de almacenamiento en cada nivel no es acumulativo, es decir, que una vez recibido a nivel nacional no debe superar los 24 meses de almacenamiento entre los demás niveles.

Almacén Estatal o Centro de Vacunología Estatal, Oaxaca

(Haz click en las imágenes para ver su descripción)

Almacén Jurisdiccional

Traslado y conservación

El traslado de la vacuna es un eslabón de vital importancia dentro de la cadena de red de frío, el cual se considera uno de los más frágiles y de difícil control por las condiciones ambientales, sociales y geográficas. El transporte se puede llevar a cabo por medio de vehículos con cámara fría, termos o cajas frías, siempre en supervisión, con el fin de garantizar la temperatura adecuada de conservación.

Para la conservación de las vacunas existen equipos refrigerantes que deben contar con aditamentos y sistemas, los cuales conforman un equipo especializado para la conservación. Dentro de los aditamentos que deben tener son: sistema de alarma contra corte de energía eléctrica, registro de temperatura (termograficadores) y un sistema de control de temperatura digital. Asimismo el personal involucrado debe tener los conocimientos específicos para el buen manejo de la red de frío.

Una vez que la unidad de salud cuenta con una vacuna en conservación, el personal de salud debe de llevar a cabo procesos para tener un control adecuado de temperatura, existencias y aplicación. Por ejemplo, el personal a cargo debe llevar el inventario de vacunas a través de una tarjeta de control y registrar su temperatura al menos al inicio y término de la jornada laboral, manteniéndola entre 2° y 8°C.

Para el inicio de una campaña de vacunación, el personal realiza la preparación de un termo con aditamentos especiales como lo son sus congelantes con agua congelada, canastilla porta vacuna, así también debe llevar a cabo la calibración de su equipo de medición (termómetros de vástago) y el control de registro de temperatura.

Existen procedimientos para el mantenimiento del equipo refrigerante que tienen como finalidad asegurar su óptimo desempeño y evitar posibles fallas o accidentes que comprometan la vacuna. Por ejemplo, semanalmente se debe realizar la limpieza del equipo, donde también se deberá verificar su funcionamiento adecuado, supervisar la instalación eléctrica, la nivelación y evitar el contacto con fuentes de calor.

Mantenimiento del equipo de refrigeración.

Algunos equipos refrigerantes cuentan con más de 10 años en operación, así que es necesario optimizar la vida útil del equipo, especialmente para poder adecuar a la demanda actual de vacunas y con ello garantizar la aplicación de las mismas. En algunos estados de la república mexicana dentro del programa de vacunación universal existe personal que realiza mantenimiento a los equipos refrigerantes, mientras que en otros estados lo realiza una empresa externa.

¿Qué pasa cuando una vacuna sufre una exposición a una alta temperatura o congelación? 

Un accidente de la cadena de frío ocurre cuando las vacunas son expuestas a temperaturas menores de 2°C o mayores a 8°C. Durante el desarrollo de las campañas de vacunación es probable que surjan situaciones de emergencia que generalmente se presentan por una falla técnica o mecánica del equipo refrigerante, por ejemplo, por una interrupción de la energía eléctrica, falta de capacitación o negligencia.

Si una vacuna sufre exposición, como primer paso se debe de notificar al personal responsable del área y realizar las investigaciones correspondientes donde se solicita temperatura ambiente del lugar, temperatura máxima registrada al momento del incidente, aunado a esto se debe seguir con la conservación de la vacuna con la temperatura de norma. Una vez identificado el origen del accidente, toda la información se concentra a nivel estatal y federal, donde un grupo técnico de accidentes de red de frío analiza y evalúa cada caso, con el fin de dictaminar si una vacuna se tiene que activar para después desechar o, en su caso, la aplicación de la vacuna bajo condiciones que dictamine el grupo. Si en un caso extremo se llega a aplicar vacuna que sufrió exposición, esta puede provocar un ESAVI, (Evento Supuestamente Atribuible a la Vacunación e Inmunización), lo cual ya puede repercutir en la salud del paciente. El tema de un ESAVI es muy extenso y recae sobre la información relacionada a los efectos adversos de la vacuna bajo los registros de cada laboratorio productor, así que también se debe dar un seguimiento médico puntual y llevar los registros establecidos para su monitoreo.

Para prevenir este tipo de situaciones debemos contar con un plan de contingencia, con  procedimientos, lineamientos y criterios unificados ante eventos que pongan en riesgo la cadena de red de frío. Un mal manejo de la cadena de red de frío repercute en la calidad de las vacunas, la efectividad de las campañas de vacunación, costos por desperdicio de vacunas, etc.

Por tal motivo la creación de una nueva vacuna no solo implica la aplicación, involucra severos retos de logística y de infraestructura para poder llevar a cabo una serie de procedimientos para el beneficio de la salud de la población. Aunado a esto, la capacitación y disposición del personal de salud para poder llevar a cabo esta noble labor es de suma importancia.

Visita el sitio del Programa de Vacunación Universal Jurisdicción Sanitaria 06 «Sierra» para más información relacionada al programa de Vacunación Universal.

Responsable de la Red de Frío en la Jurisdicción Sanitaria Num. 06 Sierra, Perteneciente al Estado de Oaxaca. Ganador del Segundo Lugar en el Concurso de «Vacunar para dar Oportunidades» por Sanofi Pasteur México en la categoría de difusión de la información en Medios Digitales.

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Category: COVID19

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